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Vero, así funciona la red social que promete relaciones reales, cero algoritmos y privacidad
«No nos propusimos hacer una red social revolucionaria; solo una que queríamos usar», dicen desde Vero. Eso es una plataforma que aspira a ser un espejo de las relaciones personales de cualquiera. Una equiparación de los diferentes tratos que tenemos con las amistades. Porque la base de esta red social —que se autodefine como «real»— es que las conexiones tienen y deben tener grados.
Porque al igual que no compartimos los mismos pensamientos, experiencias o confidencias con todas las personas que nos rodean, porque no le contamos lo mismo a nuestro mejor amigo que a un simple conocido, no deberíamos compartir los mismos contenidos con todos los amigos o seguidores que tenemos en internet. Por esa razón, Vero nos empuja a organizar nuestros contactos en cuatro grupos: seguidores, conocidos, amigos y amigos íntimos.
Y no, no se trata de una nueva red social. Pese a que su fama y estallido de popularidad se ha producido a lo largo de los últimos días, especialmente durante el último fin de semana a través del eco que ha tenido en Instagram, Vero se presentó al mundo en julio de 2015. Entonces se lanzó como una aplicación para usuarios de iOS en Estados Unidos y Canadá. Ahora se puede utilizar también desde Android, está disponible en otros países y se ha traducido a idiomas como el español. Esto es todo lo que debemos saber.
¿Qué es Vero y qué la diferencia del resto de redes sociales?
Se ha hablado de Vero como una especie de Instagram y está claro que en gran medida puede partir de su funcionamiento, pero es más que eso. Esta popularizada red social permite subir fotografías y vídeo, como muchas otras, pero también enlaces y recomendaciones tanto de lugares, desde restaurantes a espacios públicos, como de productos culturales como libros, películas o series.
Una compartición dirigida de nuestra vida que relaciona lo que compartimos con formas de acceder a ese contenido o producto, pudiendo visitar portales donde comprarlo o consumirlo, añadiendo también una pequeña descripción si se trata, por ejemplo, de un filme o una novela. Si se produce una compra se llevarán una comisión.
Otro punto diferenciador, aunque tiene sus matices porque otras redes sociales como Facebook o Google+ también permiten la creación de listas similares, es la organización de los contactos en esos cuatro grupos que comentábamos: los de seguidores, conocidos, amigos y amigos íntimos. El usuario restringirá qué publicaciones ve cada uno de estos conjuntos y así podrá tener siempre el control.
Lo único es que en Vero, sí o sí, un amigo debe ir a parar a una de ellas y la lista por defecto es la de conocidos. Los seguidores, como por ejemplo en Twitter, no necesitan de una relación bidireccional. Uno puede seguir a alguien aunque no lo conozca, como por ejemplo una celebridad, pero solamente verá de él aquello que el famoso o usuario en cuestión desee. Similar a cuando en Facebook una publicación puede ser seleccionada como «pública», pudiéndola ver cualquiera.
Los creadores de Vero, con el fin de llamar la atención de usuarios descontentos con el funcionamiento de otras plataformas, también se encargan de poner énfasis en que la cronología de publicaciones de nuestros contactos no se verá alterada por algoritmos ni contendrá publicidad. Todo por orden de publicación y sin anuncios, al contrario que la mayoría.
Porque, según aseguran en su manifiesto, «nuestros usuarios son nuestros clientes, no el producto que vendemos a los anunciantes». Pese a que más allá del timeline uno pueda acceder a tendencias, productos, otras cuentas o eventos.
De ahí, de ese mundo sin publicaciones promocionales y sin ingresos publicitarios, que la red social vaya a financiarse principalmente a través de una suscripción anual que todavía está por definir. Así que Vero será de pago. La buena noticia tanto para los que deseen entrar en ella como para sus responsables, que naturalmente querrán ver crecer su base de usuarios, es que el primer millón de personas que se registre tendrán Vero gratis de por vida.
¿Cómo funciona la aplicación de Vero?
El funcionamiento de Vero, tanto en iOS como en Android, es bastante sencillo.
La primera pantalla es la principal, la del timeline. En ella veremos las publicaciones de nuestras amistades y nuestras cuentas seguidas, al tiempo que también podremos subir nuestro propio contenido pulsando sobre el botón cuyo icono es una cruceta. En las publicaciones, como en otras redes sociales, podremos comentar e indicar que nos gustan. Nada nuevo.
Pulsando sobre el icono de la lupa, situado junto al resto en la parte superior derecha, accederemos a un apartado en el que se nos muestran contenidos especiales creados para Vero, etiquetas populares, productos que podemos adquirir, cuentas destacadas a las que seguir y una selección de contenido de los editores. Como si se tratase de la sección Explorar de Instagram.
En el siguiente apartado encontramos nuestro tablero, lo que sería el perfil, con nuestra imagen, nuestro nombre, nuestras conexiones, nuestras publicaciones y opciones de ajuste. Para ser una red social que dice ocuparse seriamente de la privacidad, en la configuración echamos de menos más opciones de control sobre este punto. Por ejemplo, que nos permita eliminar de sus servidores la lista de contactados de nuestra agenda cuyo acceso pide en los primeros pasos.
La siguiente sección, llamada Colecciones, sirve para agrupar por tipologías los contenidos que van compartiendo nuestros contactos en Vero. Podemos encontrar las fotos y vídeos, los enlaces, la música, las películas y series de televisión, los libros y los lugares. En el icono de la campana encontramos el espacio dedicado a las notificaciones, sin más misterio, y en el último, identificado con dos bocadillos de cómic superpuestos, los chats que podemos mantener con nuestros conocidos, amigos o amigos íntimos de forma individual o en grupo.
El funcionamiento es fácil de entender y similar al de la mayoría de plataformas.
¿Hay hueco para una nueva red social?
Hace tiempo que las redes sociales han dejado de ser una novedad. Plataformas como Facebook, Instagram y Twitter reinan en lo personal y lo no tan personal, otras como LinkedIn se han ocupado con destacado éxito de lo profesional, mientras que terceras como Snapchat han conquistado a los jóvenes desencantados con el resto con un enfoque novedoso que poco a poco ha sido copiado.
Visto un panorama tan atiborrado de opciones, ¿hay hueco para Vero? Es difícil creer que sí. Ni siquiera el todopoderoso Google logró hacerse un hueco con su red social, Google+. Otras iniciativas interesantes como Diaspora o la más reciente Ello, que como esta red social creada por el multimillonario estadounidense Ayman Hariri buscaban estar al servicio de sus usuarios, nunca lograron despegar.
La baza que juega Vero es la incorporación de ciertas celebridades, como la cantante Rita Ora, los directores cinematográficos Zack Snyder y Max Joseph, así como medios del estilo de British GQ o Paris Match. Parte de ellos, además, crean contenido exclusivo para la red social. La nueva serie documental de Joseph, de hecho, se estrena de forma exclusiva en la plataforma.
La pregunta es si todas estas diferencias, singularidades y atractivos conseguirán llevar hasta Vero el número de usuarios que asegure su viabilidad.
En WATMag | Esto es todo lo que he aprendido al registrarme en VERO, la red social que lo está petando
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Toni Castillo
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