Los últimos años no han sido nada buenos para Facebook. La mejor prueba es que el pasado mes de junio perdieron usuarios por primera vez en Europa (cayendo un 20% en bolsa) y los problemas relacionados con la privacidad no dejan de sucederse.
El Wall Street Journal ha tenido acceso a información relacionada con importantes reuniones de la compañía, en las que Mark Zuckerberg ha llegado a asegurar que la compañía está «en guerra» y que planea dirigir su negocio en consecuencia.
«Avanzar más rápidamente»
Parece que Zuckerberg quiere volver al mantra utilizado en los primeros años de Facebook: «avanzar más rápidamente» (make progress faster), intentando parar la vorágine de escándalos en los que se han visto envueltos en los últimos años.
No olvidemos que Zuckerberg, de 34 años, en 2014 dijo que su meta era estudiar mandarín todos los días y leer 25 libros al año. Este año sus prioridades cambiaron por completo, y aseguró que se quería centrar en arreglar los problemas de Facebook.
Lo cierto es que la compañía tiene que dar un giro de 180º para intentar revertir esta situación en la que se encuentran, bajo asedio de legisladores, inversores y usuarios que ya no ven con los mismos ojos a esta red social.
En el mes de abril, Zuckerberg dijo públicamente (antes de presentarse ante el Congreso de los EEUU) que lo ocurrido con Cambridge Analytica «era su error» y que «lo sentía»: «Yo empecé Facebook, yo lo dirijo y soy responsable de lo que pase aquí».
El Wall Street Journal afirma que internamente el discurso fue muy distinto, ya que ese mismo mes acusó a Sheryl Sandberg (su numero dos) y a su equipo de su caída pública tras el escándalo Cambridge Analytica.
El medio estadounidense continúa asegurando Zuckerberg le dijo a Sandberg que debería haber sido más agresiva en la asignación de recursos para revisar el contenido problemático del sitio. Posteriormente, Sandberg confió a algunos amigos que «estaba preocupada por su puesto de trabajo».
De todos modos, Zuckerberg afirma estar contento con las mejoras implementadas en los últimos meses (según gente familiarizada con el tema) y la semana pasada dijo a los medios de comunicación que Sheryl Sandberg es una «socia muy importante para mí y lo seguirá siendo».
Precisamente, la semana pasada el New York Times publicó un reportaje de más de 6.000 palabras que comenzaba con la siguiente frase: “Sheryl Sandberg estaba furiosa”. Se necesitaron seis meses y más de 50 entrevistas para dar vida a dicho reportaje, en el que se acusa a la número dos de Facebook de ser el cerebro que se encargó de coordinar la campaña de desinformación para salvar la reputación de la empresa.
Entre otras cosas, la acusan de haber contratado a Decliners (agencia de comunicación que habitualmente trabaja con los republicanos) para ensuciar la imagen de Apple y Google, intentando así desviar la atención.
Sobre estas «guerras» con otras compañías es interesante leer este hilo en hacker news, en el que un supuesto trabajador de Facebook asegura que a la compañía le gusta este tipo de confrontaciones.
«Es lo primero que noté cuando empecé a trabajar allí. La gente glorificaba los días en que luchaban cara a cara con Google o anteriormente con otras redes sociales. Recuerdan con orgullo los períodos de «confinamiento» en los que nadie salía de la oficina durante días para defenderse de un competidor. Es una sensación embriagadora cuando todos a tu alrededor están impulsados a ganar».
A lo largo del reportaje, The New York Times nos muestra a una Sandberg calculadora y que sabe manipular a la opinión pública (sin dejar de lado su marca personal, algo muy criticado por algunos empleados de la compañía).
Parece que Facebook está intentando agilizar los procesos para limpiar su imagen y evitar que se sucedan más escándalos relacionados con la privacidad y seguridad que ofrece la plataforma.
No olvidemos que en los últimos meses «ha perdido» a personas clave. El CEO de WhatsApp, Jan Koum, anunció su renuncia en el mes de mayo, supuestamente por presiones de Facebook para debilitar el cifrado de datos.
Pocos meses después, los fundadores de Instagram (Kevin Systrom y Mike Krieger) anunciaron que dejaban la compañía. Aunque públicamente todo fueron buenas palabras, se rumorea ambos se oponían a compartir datos de localización de los usuarios de Instagram con Facebook, lo que ayudaría a orientar mejor los anuncios.
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Facebook está «en guerra» y Mark Zuckerberg quiere actuar de forma decisiva, asegura el WSJ
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Genbeta
por
Santi Araújo
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