Uber tenía la intención de volver a la Ciudad Condal y hoy 13 de marzo, casi cuatro años después de incursionar por primera vez, es el día. Desde las 8 de la mañana la compañía multinacional ofrecerá nuevamente su servicio de transporte en Barcelona a través de la modalidad uberX, la misma que funciona en Madrid, basada en conductores profesionales y licencias de VTC.
«Barcelona es una ciudad muy especial para Uber y esta vez queremos hacer las cosas bien», explica Juan Galiardo, director de Uber en España, en el anuncio del reinicio de operaciones en la capital catalana. «Creemos que Uber puede formar parte de la solución al gran reto de movilidad de la ciudad y esperamos trabajar de la mano del ayuntamiento, de la Generalitat y del sector del taxi para, entre todos, conseguir que cada día más barceloneses dejen su coche en casa».
La compañía asegura que en los últimos años han recibido «miles de mensajes de usuarios interesándose por la vuelta a Barcelona» y ponen cifras a este interés.
Durante el año 2016, más de un millón de usuarios abrieron la aplicación de Uber en la Ciudad Condal. En el verano de 2017, más de medio millón de personas hicieron lo mismo. Más recientemente, durante los cuatro días de este MWC 2018, 48.595 personas intentaron pedir un servicio de Uber, mientras que durante la última edición del Primavera Sound una cifra similar también lo intentaron, concretamente 44.629 usuarios.
Pero, naturalmente, no fue posible. Uber no prestaba servicio en Barcelona desde finales de 2014, cuando un juzgado de Madrid ordenó el cese de su actividad a través de la modalidad uberPOP —prestada por particulares— en todo el territorio español. Esta es la cronología de los principales hechos que han marcado la historia de Uber en España y, concretamente, en Barcelona.
2014: Uber llega a España y surge el conflicto con taxistas y administraciones
Abril de 2014: Uber, una gran compañía estadounidense que proporciona una red de movilidad privada a través de una aplicación móvil, desembarca en España con un servicio de transporte entre particulares llamado uberPOP. Lo hace en Barcelona con conductores no profesionales que transportan con sus vehículos a otros particulares. Los taxistas comienzan a movilizarse en su contra, piden su prohibición y la Generalitat de Catalunya le abre un expediente administrativo a la empresa. Uber afirma que si los taxistas protestan «es su elección».
Junio de 2014: En Barcelona, pero también en Madrid, donde entonces todavía no estaba desplegada Uber, el sector del taxi se moviliza a través de huelgas, paros y protestas. En España y otros países europeos se producen problemas de diversa índole, con dos heridos incluidos en la Ciudad Condal, en unas movilizaciones centradas en denunciar «intrusismo» e «ilegalidad» por parte de la aplicación. Además, la Generalitat de Catalunya pide el cese del servicio y un tribunal anuncia multas para los conductores. Fomento también advierte.
Julio de 2014: Se producen más movilizaciones de taxistas en España, llevándose a cabo la segunda huelga del sector. En Barcelona tiene lugar una ofensiva policial por parte del ayuntamiento con amenazas de multa a los conductores de hasta 4.000 euros.
Septiembre de 2014: Uber llega a Madrid entre más protestas.
Octubre de 2014: Uber llega a Valencia mientras la Comunidad de Madrid amenaza con multas a la empresa y a los conductores de uberPOP.
Noviembre de 2014: Pese a las reticencias de autoridades y taxistas, Uber crece más rápido en España que en el resto de Europa. En los primeros 200 días de funcionamiento el uso del servicio ha crecido 3,5 veces más rápido que en las ciudades de Londres y París. Además, en Madrid, el crecimiento es todavía más rápido siendo un 3,7 más veloz que el de las capitales de Reino Unido y Francia.
Diciembre de 2014: El magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid ordena que Uber cese toda su actividad en España como medida cautelar reclamada por la Asociación Madrileña del Taxi. La orden se dictó el 9 de diciembre, pero el servicio continuó operando con aparente normalidad hasta el día 25, día en el que el mismo juzgado instó a las operadoras y a las redes de pago a aplicar su auto. El 31 de diciembre Uber cierra en España.
2015 y 2016: casi un año después, Uber vuelve a fijarse en España con nuevas ideas
Febrero de 2015: Uber experimenta con el envío de comida a domicilio en Barcelona mediante Uber Eats. El servicio terminará en noviembre, se dirá que fue una prueba piloto.
Noviembre de 2015: En una entrevista con El Español,
Carles Lloret, responsable de Uber en España, asegura que quisieron correr demasiado en su anterior desembarco y que ahora quieren retomar su servicio mediante otra modalidad, uberX, con licencias VTC. Un modelo similar al de Cabify, que opera sin demasiadas dificultades en España.
Diciembre de 2015: A finales del último mes de 2015, Uber se reafirma en sus planes a través de otra entrevista de Carles Lloret, en esta ocasión con el diario El País. Relanzarán con uberX y lo harán a lo largo de 2016.
Febrero de 2016: Los taxistas vuelven a movilizarse ante la inminente llegada de Uber, contra Cabify y contra la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de posicionarse en desacuerdo con la limitación de una licencia VTC por cada 30 de taxistas que el Gobierno recuperó en noviembre de 2015.
Marzo de 2016: Mientras la CNMC aboga en un informe por acabar con el sistema de licencias restrictivas que supone un «monopolio», Uber vuelve a Madrid con conductores profesionales y licencias VTC tal y como se había anunciado. Distintas protestas de taxistas siguen a lo largo del año.
2017: el año de la lluvia de licencias VTC y la vuelta a los tribunales y las calles
Enero de 2017: Se constata que las licencias de VTC con las que opera Uber —y también Cabify— se disparan en España y están a punto de duplicarse con respecto al total de licencias que había hace solamente tres años. La liberalización que propició la ley ómnibus de 2009 y que se intentó frenar a finales de 2015, es la responsable de que se estén consiguiendo, vía judicial, licencias paralizadas. Uber Eats se lanza en Madrid.
Mayo de 2017: El 30 de mayo se produce otra gran movilización del sector del taxi con una huelga general en el gremio y una tensa manifestación en Madrid. La guerra contra Uber y Cabify se intensifica. Pocos días antes, el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea da la razón a los taxistas al asegurar que Uber no es simple intermediario, sino servicio de transporte. Los incidentes contra los VTC continúan, en este caso, con la aparición de nueve coches calcinados de Cabify en Sevilla.
Julio de 2017: La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia vuelve a aparecer en escena al presentar ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo un recurso contra el real decreto por el que se regularon los vehículos de alquiler con conductor, las famosas licencias VTC.
Septiembre de 2017: El Gobierno presenta un borrador para regular las VTC que incluye diferentes demandas de los taxistas, como que las licencias no puedan transmitirse hasta pasados dos años de su concesión.
Octubre de 2017: La Federación Española del Taxi, FEDETAXI, anuncia que la tramitación de una norma antiespeculación y de control de la actividad de las licencias de alquiler de vehículos con conductor ha finalizado. Su aprobación se espera por parte del Consejo de Ministros antes de final de año.
Noviembre de 2017: El 29 de noviembre de 2017 los más 70.000 taxistas que trabajan en España unen sus fuerzas en un paro de 24 horas convocado en la mayoría de ciudades del país y en una manifestación en Madrid llena de tensión con la sombra de un paro indefinido que no llega a materializarse.
Diciembre de 2017: El Tribunal de Justicia de la Unión Europea debía pronunciarse tras examinar el caso presentado por el Juzgado de lo Mercantil n.º 3 de Barcelona sobre cómo debía regularse el servicio denominado uberPOP y señala que «ha de calificarse de ‘servicio en el ámbito de los transportes'». El Gobierno, además, aprueba las normas de regulación que anunció meses antes.
2018: Uber quiere volver a Barcelona con Uber Eats y, ahora, con sus coches VTC
Enero de 2018: Coincidiendo con el primer aniversario del servicio en Madrid, Uber Eats anuncia un ambicioso plan de expansión en España y su vuelta a Barcelona tres años después, además de su llegada a Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza a lo largo de 2018.
Marzo de 2018: Vozpópuli adelanta el día 6 que Uber volverá a Barcelona tres años después a través de acuerdo con compañías poseedoras de licencias VTC. Los responsables de la compañía no ocultan sus intenciones y la información precisa que la flota constará de 150 coches, lo que requiere la contratación del doble de conductores. Tito Álvarez, portavoz de Elite Taxi, anuncia al medio digital un posible recrudecimiento de las protestas del sector del taxi.
No nos hacemos responsables de lo que pueda ocurrir cuando Uber entre en Barcelona. La entrada de Cabify ha sido dura pero la gente se va a poner muy nerviosa. Nosotros llamaremos a la tranquilidad pero es posible que se acabe liando. Cuando entró Uber en 2014 hicimos dos huelgas en 12 días y ha sido la mayor manifestación que ha habido en 20 años. Uber aquí es la palabra mágica para despertar a la gente y aunque no queramos, no está en nuestras manos.
Esto no es Madrid y aquí no vamos a mandar un escrito por registro a la administración para que tomen medidas contra sus ilegalidades. Aquí pararemos la ciudad hasta que lo solucionen.
La primicia de Vozpópuli, además, llegaba pocos días después de que un decreto de la organización supramunicipal Área Metropolitana de Barcelona establezca limitar la proporción de VTC y taxis a 1 por cada 30, aunque se duda de su puesta en marcha dado que puede estar invadiendo competencias de otras administraciones.
Finalmente hoy, 13 de marzo de 2018, Uber anuncia su vuelta oficial a la movilidad de la ciudad de Barcelona con su modalidad uberX, que opera exclusivamente con vehículos con autorización VTC, conductores profesionales dados de alta en el régimen de autónomos o constituidos como empresa, libres de antecedentes penales y con la ficha técnica del vehículo y su seguro en vigor.
La compañía señala que el ahorro medio de uberX en la Ciudad Condal respecto a alternativas tradicionales, en una clara alusión al taxi, «es de un 15 % en los trayectos más habituales y de hasta un 20 % en viajes al aeropuerto». Por minuto cobran 0,16 €, por kilómetro 1,42 €, la tarifa mínima es de 5,50 € y la cuota de cancelación de 5,50 €. Asimismo aseguran que su objetivo es «reducir el uso ineficiente del vehículo privado, principal responsable de los problemas de contaminación de las grandes ciudades». Porque, aseguran, «Uber no quiere substituir al transporte público en Barcelona, quiere complementarlo».
La llamada «guerra del taxi» parece que va a reactivarse en Barcelona, todavía más, tres años después de las primeras movilizaciones.
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La noticia
Uber vuelve hoy a Barcelona: la cronología de sus idas y venidas desde 2014 a 2018
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Genbeta
por
Toni Castillo
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