A todo el mundo no le sirven los mismos métodos cuando se trata de organizarse. Unos deciden mantener sus quehaceres diarios en la cabeza, confiando en su memoria. Otros optan por plasmarlos regularmente sobre el papel, apelando de nuevo a su retentiva. Mientras que unos últimos delegan la responsabilidad sobre la tecnología haciendo uso de las aplicaciones de organización personal.
Para estos últimos, los más fervientes usuarios de los gestores de tareas, va dirigido este texto. Un compendio de otros usos para estos servicios de listas, más allá de las típicas tareas de siempre. Para organizar nuestro día a día laboral, nuestra vida personal, las tareas del hogar, los viajes que hacemos, restaurantes a probar o cualquier otra cosa que se nos ocurra. ¿Usas Wunderlist, Todoist, Trello, Any.do, Keep…? ¡Cualquiera te servirá!
Evitando que se nos caduquen los alimentos
Da igual si uno vive solo, en pareja o con una familia numerosa: a veces, sin quererlo, se nos caduca algún alimento en el frigorífico o la despensa. Unos yogures, una bandeja de carne, charcutería envasada… Sabemos de qué hablamos, ¿cierto? A todo nos ha pasado alguna vez.
Pues las aplicaciones de listas de tareas pueden ayudarnos a que no se repita. El método es muy sencillo: creamos una lista para este propósito, le ponemos un nombre que la identifique adecuadamente y, cada vez que compremos un alimento, introduciremos un ítem con su nombre poniendo como fecha de vencimiento el día en que caduque. Adicionalmente, podemos incluir también un aviso en días previos para recordarnos que debemos comerlo antes de que sea demasiado tarde. Una vez consumido se completa la tarea y listo.
No hace falta que digamos que también sirven para hacer la lista de la compra, ¿verdad?
Una lista de lugares por visitar
A la hora de marcharnos de vacaciones, de viajar o simplemente explorando nuestra ciudad se nos agolpan los lugares que visitar y las actividades que realizar. Sabemos que algún día queremos ir a aquel coqueto bar, decimos que un fin de semana deberíamos desayunar en aquella cafetería tan animada o que un viernes tendríamos que ver la puesta de sol desde aquel mirador que nos recomendaron. Pero todos esos planes indeterminados se nos olvidan demasiadas veces.
Nuestro gestor de tareas preferido puede ser, de nuevo, un buen aliado. Creamos una lista para sitios que queremos visitar o actividades que queremos realizar y simplemente introducimos las ideas que tenemos. Con el tiempo acumularemos una larga lista, sin duda, pero cuando no sepamos qué hacer en una aburrida tarde de domingo siempre encontraremos algún plan que no recordábamos anotado en nuestro listado.
Recordatorio de cursos gratuitos
Habitualmente te hablamos en Genbeta de cursos de formación, ¿verdad? A veces son cursos de pago, otros gratuitos y todos son siempre en línea. Si estamos interesados en unos cuantos y no queremos que se nos pasen podemos emplear una lista para indexarlos y saber cuándo podemos realizarlos y cuándo terminan.
Mi recomendación es que incluyamos su nombre y enlace como ítem, pongamos como fecha de vencimiento el último día en que puede ser terminado y nos programemos un aviso con la suficiente antelación para poder realizarlo entero antes de su finalización. La mayoría de servicios, además, permiten adjuntar alguna clase de nota y no está de más usar esta opción para añadir detalles adicionales o el enlace si no queremos incluirlo en el propio nombre de la tarea.
Quehaceres del hogar
En una casa hay tareas recurrentes que realizamos con frecuencia: pasar la escoba, fregar el suelo, quitar el polvo, limpiar el baño… Esta clase de cosas, normalmente, no necesitamos recordarlas porque es evidente que debemos hacerlas. Cosa distinta es que vivamos en un piso compartido y toque repartir cada uno de los quehaceres.
Una muy buena idea es emplear una lista de tareas colaborativa aprovechando todas las opciones. Por ejemplo, podemos indicar una tarea de limpieza del baño por cada uno de los habitantes de la casa, asignándoles la tarea. Bastará con crearla como recurrente, indicar la frecuencia con la que debe repetirse y ya estaría. El día que le toque a cada uno recibirá una alerta y deberá hacer su trabajo. Si no, ahí estará la aplicación y sus compañeros para comprobar que no ha sido así.
Listado de películas o series por ver
¿Eres cinéfilo o seriéfilo? Bien, este otro uso de los gestores de tareas tal vez te interese. Si eres de los que constantemente está acumulando series y películas que algún día quiere ver y no tiene muy buena memoria ni ganas de descargarse aplicaciones dedicadas a este fin, su aplicaciones de listas le puede ayudar.
Tan sencillo como crear una nueva lista e ir acumulando todo lo que se quiere ver. Como pasa con la lista de sitios por visitar, evitaremos olvidos y siempre tendremos a mano un montón de contenido que en algún momento decidimos que queríamos disfrutar. No nos faltarán ideas nunca.
Baúl de ideas
Los lectores de Genbeta sabemos que tienen su cabeza constantemente llena de ideas. Proyectos que quieren realizar, textos que escribir, fotografías que tomar, incluso regalos que entregar. Ideas las hay de todas las formas y colores y no todas se quedan para siempre en nuestra memoria, olvidándose sin darnos cuenta. Pues de nuevo, una lista de tareas puede ser su mejor refugio.
Por ejemplo, cuando llega Navidad, hay que comprar regalos y algunas personas son difíciles de regalar. No sabemos qué cosas les pueden hacer ilusión, a última hora no se nos ocurre qué podemos entregarles como obsequio y terminamos perdidos. Para ese fin también puede servir una lista. Durante el año, cada vez que se nos ocurra una idea de regalo, la apuntamos. Llegado el momento agradeceremos haber escrito cada cosa que se nos pasaba por la cabeza.
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Otros usos de las listas de tareas: de la caducidad de alimentos a un recordatorio de cursos gratuitos
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por
Toni Castillo
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