El sector del taxi sigue en pie de guerra contra Uber y Cabify. Hoy, las asociaciones gremiales que representan a los más 70.000 taxistas que trabajan en España, unen sus fuerzas en un paro de 24 horas convocado en la mayoría de ciudades del país y en una manifestación en Madrid que se espera masiva. Si hoy necesitabas desplazarte en taxi, piensa en una alternativa.
Este parón —que no huelga, tratándose de autónomos o empresarios— ha arrancado a las 6 de la mañana hora peninsular española y se extenderá hasta la misma hora de mañana jueves, estando convocado por la Federación Española del Taxi, la Asociación Nacional del Taxi, la Asociación Élite Taxi Madrid y las plataformas TNT y Caracol. A primera hora de la mañana varios taxistas han cortado la carretera A6 en su entrada a la capital, mientras se espera llenar el centro de Madrid con la marcha que ha comenzado a las 11 frente a la estación de Atocha y terminará junto al Congreso de los Diputados, en la fuente de Neptuno. Se esperan 20.000 asistentes.
Paro de 24 horas en la mayoría de ciudades españolas y gran manifestación en Madrid
Las únicas carreras que se realizarán, de forma gratuita, serán las que denominan como «servicios mínimos sociales». Los taxis que los presten irán identificados con un símbolo y atenderán únicamente a personas mayores o con movilidad reducida, así como a determinados usuarios de centros sanitarios.
Este es un nuevo capítulo del tira y afloja de los trabajadores del taxi con las administraciones y especialmente con el Gobierno. Toman las calles en una jornada más de protesta por la actividad de empresas VTC que supone, según su parecer, un «desmantelamiento del servicio público» que ellos ofrecen. En estos días, especialmente, tras el último varapalo judicial recibido en el Tribunal Supremo. Una puerta abierta a la aprobación de miles de nuevas licencias.
De la calma del taxi a 10.000 de nuevos VTC
Hace poco más de un mes decíamos que el taxi ganaba en España. Cuanto menos, salía victorioso de una de sus principales batallas. El Gobierno movía ficha, atendía sus reivindicaciones tras meses de protestas —en mayo se dieron las últimas más destacadas— y esperaba aprobar antes de 2018 en Consejo de Ministros una norma antiespeculación y de control de la actividad de los VTC.
La tranquilidad que brindaron al sector estas intención gubernamentales, sin embargo, no duró mucho. El sosiego terminó cuando en dos sentencias conocidas hace dos semanas el Tribunal Supremo ratificó 80 licencias VTC que habían sido denegadas por la Comunidad de Madrid en 2009. Los magistrados estimaron los recursos presentados por dos empresas afectadas y concedieron definitivamente unas licencias que ya operaban mediante ejecución provisional.
En los próximos meses podrían autorizarse miles de nuevas licencias VTC por vía judicial
Esta decisión de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo dio luz verde a la ratificación de otras licencias solicitadas en la misma época, permitiendo que en los próximos meses puedan concederse miles de licencias más que, de momento, permanecían paradas. Según el cálculo estimado que maneja José Andrés Diez, abogado de Unauto VTC, la mayor asociación del sector de VTC, las autorizaciones podrían aproximarse a las 10.000. Aunque nos afirma que no pueden proporcionar números más precisos.
¿Por qué tantas licencias nuevas?
El 27 de septiembre de 2009 entró en vigor la ley española 25/2009, de 22 de diciembre de 2009, conocida mediática y popularmente como la ley ómnibus. Un conjunto de cambios legislativos encaminados a la liberación del sector servicios de acuerdo a la directiva europea conocida como Bolkestein. En esencia, la eliminación de trabas burocráticas en el sector terciario.
En esta legislación fue incluido el sector del taxi y esto propició la eliminación de la limitación de licencias VTC a 1 por cada 30 licencias de taxista existente hasta entonces. La puerta quedaba abierta, casi completamente, para los vehículos de alquiler con conductor y las empresas que operan con ellos, como Uber o Cabify. No hacía falta mantener este equilibrio y el negocio, por tanto, tenía vía libre para operar sin restricciones. Las licencias se pedían y se concedían.
Sin embargo, la situación volvió a cambiar en 2013. Tras fuertes presiones del gremio de taxistas, el Gobierno del PP aprobó una modificación de la ley anterior, del Ejecutivo socialista, intentando poner coto a las numerosas concesiones que se estaban dando. Era un intento por volver a la situación anterior, aunque la proporción de una licencia de VTC por cada treinta de taxis no se aprobó hasta 2015, y ahí se encontró el resquicio legal.
Esta circunstancia es la ha llevado al Supremo a no entender la vuelta a ese límite con la reforma de 2013 y, con estas dos primeras sentencias, señalar una línea. La jurisprudencia sentada provocará que las miles de licencias de VTC de ese periodo que se han reclamado por vía judicial sean, con toda probabilidad, ratificadas. De las 10.000 que hablábamos, algunas de ellas operan en el actualidad gracias a ejecuciones provisionales de sentencias, pero una gran mayoría no.
La postura de los taxistas
El paro general convocado por las principales organizaciones buscan visibilizar esa «liberalización encubierta» que, según ellos, se está produciendo. Para Miguel Ángel Leal, presidente de FEDETAXI-UNALT, la organización que lidera el sector y el descontento, la situación que se vive es «la infame expropiación de nuestros negocios y la entrega del servicio público de taxi a las multinacionales». Ayer aseguró que se trata de un «desmantelamiento del servicio público» y una «inundación de estos vehículos [los VTC] en nuestras ciudades».
Élite Taxi Madrid, otra de las asociaciones convocantes, se expresaba en otros términos aunque en el mismo sentido: acusan al Gobierno de ser «responsable de favorecer a grandes multinacionales en detrimento del taxi». Asimismo, afirman que «el taxi puede desaparecer» y que el Ejecutivo los engaña.
Los taxistas consideran alargar el parón y quedarse en Madrid si no se les da una solución
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional del Taxi, Julio Sanz, lanzaba ayer una advertencia: si no hay solución no descartan alargar el paro. Una prolongación de las protestas que podría terminar en una acampada en el centro de la capital según informa El Español, recogiendo declaraciones de Tito Álvarez, líder de la asociación Élite Taxi en Barcelona. «No nos iremos de Madrid mientras que no tengamos una respuesta», explica al periódico.
Sus demandas, según FEDETAXI-UNALT, se centran en «el cumplimiento de la legislación vigente en materia de taxis y VTC», pidiendo la persecución de las infracciones, y en exigir «un ejercicio de responsabilidad de los poderes públicos» para que actúen ofreciendo una solución a «la liberalización encubierta y por sentencias judiciales del sector de las VTC».
La postura de Uber, Cabify y resto de VTC
Ante este ambiente tan caldeado, el sector de los vehículos turismo con conductor buscan el entendimiento y el sosiego intentando tender puentes con los taxistas. Uber y Cabify se han expresado mediante sendos comunicados, declinando hacer más declaraciones, mientras que desde Unauto VTC ha hablado con Genbeta su abogado, José Andrés Diez, responsable de las cinco sentencias favorables a este tipo de licencias dictadas en el Tribunal Supremo.
Diez se lamenta de que el sector del taxi pretenda hacer valer sus privilegios «repartiéndose a los usuarios como si fuesen propios», cuando «ningún sector es dueño» del ciudadano. El letrado quiere desmontar las acusaciones de los taxistas en relación al pago de impuestos de unos y otros afirmando que «lo que desconoce la población es que un taxi paga 1/10 parte de los impuestos que abona una VTC«. «¿Quién sirve mejor a los intereses de la población desde un aspecto económico?», se pregunta.
El problema es que el sector del taxi no se ha adaptado al siglo XXI por mucho vehículo ecológico o app que puedan tener. No existe una mentalidad empresarial, sino de puesto de trabajo, y se han autolimitado con su propia normativa pidiendo a las administraciones locales restricciones a su actividad.
También rechaza las acusaciones de infracción de la legislación, asegurando que «no recogen a las personas en la vía pública salvo que hayan sido contratadas previamente», y defiende lo sucedido judicialmente: «Los Tribunales aplican la legislación existente en cada momento, buena, mala o regular. Los taxistas conocían desde 2009 que esto iba a ocurrir». Además, recuerda cómo diferentes dirigentes de asociaciones de taxistas solicitaron miles de licencias VTC.
Uber, por su lado, vuelve a defender en su comunicado la liberalización del sector de las VTC que facilite un «cambio de modelo al reducir el precio del transporte drásticamente con la llegada de los servicios de coche compartido», afirmando que «no es una medida tan rompedora» y que, de hecho, «es la norma habitual en la mayoría de países europeos y también lo fue en España no hace tanto, entre el año 2009 y 2015, cuando se aplicó la directiva europea de servicios».
Recuerdan también sus denuncias públicas respecto a «los perjuicios del monopolio del taxi», sin dejar de tender la mano a los taxistas. Creen que son pasos adelante la petición de la FEDETAXI de tarifas flexibles y «la rápida adaptación de una buena parte del sector del taxi a los cambios tecnológicos». Por eso, tras la manifestación, esperan «empezar a trabajar juntos para conseguir el objetivo que compartimos todos los implicados, taxi, administraciones y Uber: cambiar el modelo de movilidad de nuestras ciudades para que moverse por Madrid, por Barcelona o por Málaga sea más barato, más cómodo y más sostenible».
Uber y Cabify quieren trabajar junto a los taxistas manteniendo un diálogo constructivo
Cabify, el otro gran interpelado de este conflicto, lamenta que nos encontremos nuevamente «ante un nuevo episodio de huelga que dificulta el desarrollo normal de nuestra actividad y que repercute directamente en los ciudadanos y en su derecho a elegir entre diferentes alternativas para moverse por la ciudad». Ellos, ya lo anunciaron ayer, evitarán operar en las zonas más conflictivas: entornos de manifestaciones y grandes aeropuertos o estaciones donde se concentran piquetes.
Afirman que su negocio busca que los ciudadanos «puedan plantear dejar en casa su vehículo particular» y supone » un claro impulso a la economía local y el empleo y al aumento de la demanda de otras alternativas de transporte». «Por nuestra parte», sigue el comunicado remitido a los medios, «continuaremos abiertos a
establecer un diálogo constructivo entre todos los agentes del sector para crear un escenario justo y definir así una fórmula de convivencia que beneficie a todas las partes».
El conflicto continuará
En el momento actual, tras las sentencias del Alto Tribunal, el mundo del taxi considera insuficientes las medidas que prepara Fomento y se anunciaron en octubre. Tras reunirse con representantes de la administración la semana pasada, Leal, el presidente de FEDETAXI, indicó que «tienen que ir más allá ante el continuo incumplimiento de la ley». De ahí las movilizaciones de hoy.
El conflicto dura ya más de tres años y no parece que vaya a terminar pronto, más si cabe, si durante los próximos meses llega la ratificación de todas esas licencias VTC que se esperan. La historia seguirá.
Imágenes | Rubén Vique, dimascala, JasonParis
y freestocks.org
En Magnet | El futuro no pasa ni por el monopolio del taxi ni por la jungla de Uber: las alternativas sobre la mesa
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La noticia
El taxi contra Uber y Cabify: ‘la infame expropiación’ frente al deseo de ‘trabajar juntos’
fue publicada originalmente en
Genbeta
por
Toni Castillo
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